domingo, 14 de diciembre de 2014

Conversación en la Catedral, de Mario Vargas Llosa

"¿En qué momento se jodió el Perú?", se pregunta un día cualquiera Zavalita, un periodista de Lima, sin saber aún que va a encontrarse con alguien que le va a hacer remover todo su pasado. Así comienza Conversación en la Catedral, el libro que Vargas Llosa elegiría de entre todos los suyos para salvar del fuego. Para explicarlo, el escritor recordó las horas que puso en él: es su obra más innovadora y la que nos exige un mayor esfuerzo. El escritor lleva al límite el intento de representar los pensamientos de los protagonistas: los recuerdos vienen y van, como cuando hablamos o recordamos, y es el lector quien debe hilarlos a base de bucear en la mente de los personajes.

Así contado, podría parecer que hay que leer Conversación en la Catedral por su estilo, porque crea una forma nueva de contar. Pero no: lo que hace que este libro brille sobre el resto de los de Vargas Llosa y le confirme como un escritor grandísimo, quizás el mejor de entre los que siguen vivos, es que la historia es aún mejor que la forma, y es la forma la que está a su servicio, engrandeciéndola. Con sus  saltos en el tiempo y sus bruscos cambios de narrador, Vargas Llosa consigue transmitir exactamente lo que quiere.
 
Conversación en la Catedral es la historia de un encuentro casual entre el joven periodista Santiago Zavala y Ambrosio, un ex empleado de su familia. No se habían vuelto a ver en años y la casualidad los sacude a ambos. Aunque con recelos, la curiosidad les puede y deciden ir a tomar unas cervezas. La conversación pronto los arrastra y las horas pasan. Y esas horas, y el torrente de recuerdos de los años que han pasado es de lo que se construye el libro. Ambos se sinceran del todo porque lo más probable es que jamás vuelvan a verse. Y el lector pronto intuye que tienen mucho que contarse.

Mario Vargas Llosa | Alfaguara
Desde el momento en que los dos protagonistas se sientan uno frente al otro, Vargas Llosa empieza a jugar con el lector. Los recuerdos de Ambrosio alternan con los de Santiago. Aparecen personajes que serán fundamentales para la historia de los dos, pero que aún no lo parecen. El diálogo real, el de La Catedral, alterna con diálogos pasados. Los tiempos se mezclan; los interlocutores, también. A partir de trozos de pasado tenemos que ir construyendo la historia, que aparece como una especie de puzzle en el que poco a poco van encajando las piezas. Por eso, al principio leerlo exige un esfuerzo. No se ve todavía el conjunto, no se sabe dónde va a llevarnos. Pero según pasan las páginas, vemos cómo nada se ha contado por casualidad: no hay cabos sueltos.

Lo que más destacan algunos de este libro es cómo Vargas Llosa retrata un momento muy concreto de la historia de Perú: los ocho años de dictadura de Odría y cómo envileció la vida del país. Y lo sitúan como el tema central de la novela: el miedo, las mentiras, las dobles vidas, la suciedad que acaba embarrándolo todo. También el hastío, el cansancio, la desilusión. Pero la obra no se limita a eso. Vargas Llosa habla de Odría, de Perú, de dictaduras y falta de libertad, de sometimiento. Pero también de la vida entera, de las decisiones que tomamos y que acaban determinándola; de valentía y de falta de ella, de bondad y sobre todo de maldad. Nos habla a nosotros. Y lo hace gracias a unos personajes logradísimos, construidos a base de confesiones y pequeños detalles recreados con mimo. La novela acaba y conocemos todas sus ruindades y secretos. Vargas Llosa nos las ha ido contando muy poco a poco, manteniendo la tensión.

Es un libro tan bien hecho que se termina devorando casi como un novela de misterio. El problema, como con tantos otros, es aceptar el juego y dejarse despistar en las primeras páginas. Pero para quienes disfrutan con Vargas Llosa, es imprescindible. Y para los que aún no lo conocen, también.

Ratita presumida

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7 comentarios:

  1. Leí que Vargas Llosa dijo una vez que, si volviera a escribirlo, lo haría un poco más corto... a mí este libro me encantó: es altamente recomendable.

    Ratita de laboratorio

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    1. Yo me he reenamorado de Vargas Llosa. Sí, él dijo eso cuando contaba que es el libro que salvaría del fuego. Se me ha olvidado comentar que es muy largo, pero a mí no me sobró nada, se disfruta. Pero no seré yo quien le lleve la contraria...

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  2. Este fin de semana lo compre en una librería de viejo. Recuerdo que cuando leí la reseña me gusto mucho y me pareció un libro interesante y poco convencional. El libro es de un tamaño considerable y no sé cuando lo voy a empezar, pero seguro que antes del verano. Prometo escribir y contaros que me ha parecido. Un abrazo

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  3. Hola, Jorge!! Hay que cogerlo con ganas porque la estructura es complicada y exige atención al lector, pero el libro es increíble, seguro que te gusta. Ya nos dirás! Un saludo!

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  4. ¡Hola! Al final he acabado el libro antes de lo que me esperaba. Las casi 800 páginas y tu reseña de “libro complicado” me había asustado un poco y calculé para dos meses su lectura. Pero no, me lo he leído en algo menos de un mes y eso ha sido porque el libro me ha fascinado y me ha enganchado de principio a fin. La verdad es que como bien dices en la crítica, al principio no sabes por dónde coger lo que vas leyendo; personajes, lugares, saltos en el tiempo, pero a partir de las primeras cien páginas más o menos empiezas a ir encajando las piezas en el puzle y la historia te va enganchando más y más. La forma en que está escrito, el lenguaje utilizado, los saltos en el tiempo, la descripción de ese periodo de dictadura militar contado a grandes trazos y entremezclado con historias de personajes de alto peso en el régimen enlazadas con gente de todo tipo de condición y clase , hacen que Conversación en la Catedral sea un libro apasionante y sorprendente. Cuando acabas el libro y reflexionas sobre toda la historia que Vargas Llosa ha plasmado en este libro, te dan cuenta que acabas de leer una obra maestra de la literatura del siglo XX
    Un libro muy recomendable para alguien que quiera leer algo distinto y se quiera dejar seducir por la literatura de Vargas Llosa.
    ¡Enhorabuena a las dos! Es un esfuerzo enorme alimentar un blog y que sea un sitio vivo y lleno de excelentes reseñas literarias. Acudo con mucha frecuencia, leo casi todas vuestras reseñas y muchas me sirven como guía de futuras lecturas

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    1. Qué bien, Jorge!! ¡Me alegro mucho de que te haya gustado! A mí me entusiasmó, aunque sé de lectores que no han podido pasar de las primeras páginas. Como dices, una vez que te metes engancha y se disfruta muchísimo. He leído pocos libros tan bien escritos y, a la vez, tan llenos de tensión, de argumento, de historia bien contada. Para mí, es el libro que realmente le hace grande. Si quieres seguir con él, te recomiendo mucho La fiesta del chivo. Si te gustó este, te va a encantar. ¡Gracias por tus palabras y por pasarte por aquí! ¡Un saludo!

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    2. Hola Mer:
      Hace tiempo leí que Vargas Llosa tenía grandes libros y tres obras maestras. Conversación en la Catedral, La guerra del fin del mundo y La fiesta del Chivo. Como Conversación en la Catedral me gustó tanto, decidí leerme las otras dos novelas. He continuado por La fiesta del Chivo por la recomendación que me hiciste y porque mi suegra no para de decirme que es la novela que más le ha gustado en mucho tiempo. Es ella la que me la ha dejado. Tenías razón, voy a mitad de novela y me está encantando. Conversación en la Catedral tiene una estructura más compleja y te va entrando poco a poco lo que la hace una obra enorme. Sin embargo La fiesta del Chivo tiene una estructura más sencilla y directa pero la historia es quizás más interesante y dinámica. La verdad es que la historia de Trujillo me está dejando perplejo, sobre todo por lo inverosímil del personaje.
      No me alargo más. Muchas gracias por la recomendación.
      Besos

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