lunes, 27 de octubre de 2014

El verano de los juguetes muertos, de Toni Hill


Este libro es un préstamo y una promesa de desconexión. Sin muchas pretensiones lo empecé, con ganas de engancharme a la lectura sin esperar mucho más. Y justamente he encontrado lo que buscaba: El verano de los juguetes muertos es una novela policiaca, con misterio, que se lee muy bien y que consigue entretenernos en una tarde de lluvia. Además, no es muy larga. Totalmente recomendable para el verano, cuando sólo se busca pasar un buen rato y no pensar demasiado.

martes, 21 de octubre de 2014

Ana Karenina, de León Tolstoi

Cuando escribí aquí de Guerra y paz, dije que era un libro en el que cabía todo: todos los hombres, todos los sentimientos... casi, casi, todas las vidas posibles. Con Ana Karenina pasa lo mismo. Está lo cotidiano, lo bello, lo pequeño; también está la locura, la pasión, la tristeza más honda... Como el otro gran libro de Tolstoi, es una especie de 'enciclopedia' de lo humano. Está, por supuesto, la historia conmovedora e intensísima de Ana Karenina. Pero también la filosofía que por entonces movía al autor, sus reflexiones sobre la vida rural en Rusia, un retrato de lo peor de la sociedad burguesa, teorías económicas y políticas... Tantas páginas y tantos temas dan para hacer muchísimos análisis. Yo me quedo con uno: el amor, según Tolstoi.

lunes, 13 de octubre de 2014

Carrie, de Stephen King

Hace meses leí una entrevista de Stephen King y me pareció un hombre tan encantador, que me propuse hacerle un hueco en el blog. Como los libros que conozco de él los leí siendo adolescente y los tengo bastante olvidados, hice de tripas corazón y rebusqué en su bibliografía algún ejemplar mítico, no muy largo, con el que sumergirme en el género de terror, al que no soy muy aficionada. El afortunado fue Carrie, la primera novela que publicó. La verdad es que me ha gustado más de lo que esperaba, aunque en este caso no sé si esto es un piropo.

domingo, 5 de octubre de 2014

En busca del tiempo perdido (III): El mundo de Guermantes

Tras un breve descanso, leí el tercer volumen de En busca del tiempo perdido, con el que me adentré en El mundo de Guermantes. En este tomo Proust vuelve a enamorarse, esta vez de la Duquesa de Guermantes, a través de la que conocemos la vida social de la época: las visitas, las cenas, las fiestas y las recepciones que hacía la aristocracia de finales del siglo XIX. Es un poco distinto a los otros dos libros: Proust se nos hace adulto y dedica páginas y páginas a contar los detalles de varias cenas a las que asiste. Creo que después de este tercer libro puedo juzgar mejor esta obra literaria, que seguiré leyendo: próximamente, Sodoma y Gomorra. Seguid leyendo, si leisteis A la sombra de las muchachas en flor